viernes, 15 de noviembre de 2013

CREACIÓN DE PERSONAJE

TRASFONDO DE PERSONAJE

Autores: Ziortza y Borja

Hoy vamos a abordar el tema de la creación de personajes.

Un personaje, por mucha o poca importancia que tenga, siempre tendrá un papel central en tu relato, ya que puede ser el medio o conducto que utilices para el desarrollo de la trama de tu historia, o, simplemente, el conjunto de personajes pueden aclarar y enriquecer la trama hacia un desenlace imprevisible.

Lo más importante es que todo personaje que aparezca en tu relato, por muy insignificante que sea, como cualquier otra persona, tiene un pasado que condiciona su presente y, por ende, influye completamente en su forma de pensar y actuar. Cada vez que quieras introducir a alguien, ante todo, primero debes pensar de dónde viene, cuál es su historia personal, cómo actuará dentro de tu relato y, sobretodo, qué aportará al desarrollo de la trama (si ayudará a complicarla aún más o a resolverla). Para ello es recomendable escribir lo que se llama un trasfondo de personaje, es decir, un relato muy corto que narre su vida. Obviamente, este relato puede que nunca aparezca en la historia, o, puede que el personaje relate pequeños trozos de su vida, o, tal vez consideres interesante que narre toda su vida si crees que es útil y no pueda aburrir al lector. El trasfondo te ayudará a entenderle y a conocerle, dando así sentido a sus actuaciones y carácter. E incluso, es posible que mientras lo manejes en la historia, él mismo cobre vida y te ayude a relatar o guíe la trama hacia nuevos derroteros. Sólo la experiencia te dirá qué puede pasar, así que no dudes en escribir diferentes personajes, aunque algunos parezcan bobos. Siempre puedes usarlos en otros relatos si decides descartarlos en el actual.

Un ejemplo de trasfondo de personaje:


Sir Leeroy Paloncino di Cervello


Sir Leeroy es nada más ni nada menos que el hijo del Duque Walterio Paloncino di Cervello, el más famoso, valiente y audaz de todos los Caballeros de Bellafonte. Desde su más tierna infancia ha sido entrenado y preparado para una única misión: defender la Auténtica Fe, su Principado y su Honor de todos los temibles males que acechan en la oscuridad. Leeroy no tiene miedo a la muerte. Leeroy no retrocede ante el peligro. Leeroy nunca se rinde. Todas las misiones encomendadas a este leal Paladín del Orden y la Justicia han terminado siendo un rotundo éxito. Con el poder de la virtud, el honor y la entrega ha superado todas las adversidades y se ha sobrepuesto a las terribles calamidades que el destino ha interpuesto en su camino. Siempre presto a la defensa del débil y el indefenso, Sir Leeroy se esforzará siempre al máximo para enfrentarse al peligro…

… bueno, eso siempre y cuando sea capaz de diferenciar que algo está en peligro. Y es que el pobre muchacho es más tonto que un zapato. Bien intencionado, pero con pocas luces. Una vez Sir Leeroy viajaba en una diligencia siendo niño y fue asaltado por unos bandidos. Fue secuestrado, atado y mantenido prisionero dentro de un armario durante tres días en una cabaña perdida en el bosque hasta que fue rescatado. Cualquier crío hubiese estado traumatizado por la experiencia, pero Leeroy necesitó semanas para entender que esos bandidos eran ‘gente mala’ y que no estaban jugando al escondite. Otro día salió de compras por la ciudad y se las arregló para volver a casa vestido con harapos, siendo casi confundido por un campesino por los sirvientes. Al parecer un grupo de pilluelos le habían engañado para que les entregase su dinero y su ropa a cambio de ‘un disfraz para el próximo carnaval de la ciudad’. Lo que más le entristeció a Leeroy fue descubrir que no se celebraba carnaval alguno en todo el principado.

Sir Leeroy, de haber pertenecido a otra familia noble pusilánime cualquiera, habría malgastado su existencia sin responsabilidad alguna, yendo a cazar con halcones, acudiendo a recitales de poesía o aprendiendo a bailar la gavota.  Afortunadamente su padre, que en general posee las mismas dotes que su primogénito, decidió educarlo para ser el perfecto heredero del Ducado de Paloncino di Cervello. Decir que su aprendizaje fue duro es quedarse corto, pero afortunadamente Leeroy era un Paloncino de pura cepa, lo que le convertía en alguien incapaz de entender la idea de que existe una cosa llamada ‘limitación’.  Así que sus Maestros decidieron hacer uso de esa gran capacidad de entendimiento limitada. Muy limitada. Con el tiempo el carácter de Leeroy se forjó simple como una piedra, inamovible como una montaña y poderoso como un alud. A lo que otra gente menos dada a las florituras poéticas diría que Leeroy, pese a sus buenas intenciones, es más tonto que un zapato. En su lejano hogar, Leeroy se ganó rápidamente la admiración de la soldadesca debido, precisamente, a esta cualidad. No era el líder más brillante ni el estratega más avezado, pero plantaba los pies en el suelo y nunca se rendía ante la adversidad, fuese cual fuese. Su ejemplo animaba a otros a que le emulasen, y pronto se convirtió en el joven oficial más prometedor de todo Bellafonte.



Sin embargo su madre Bellatrix tenía claro una cosa. Si bien había criado a un hijo fuerte, enorme y poderoso, no era lo que se dice muy avispado y sería pasto fácil de cualquier cortesano medianamente avispado. Acostumbrada a lidiar con las meteduras de pata de su marido, logró convencer a éste para que permitiese a Leeroy enrolarse en la Universidad de Lucrecio bajo el engaño de que allí podría dedicar unos años a estudiar las Artes de la Diplomacia, de las Ciencias y de la Corte, dado que al ‘pobre chico’ le vendrían bien el día de mañana cuando heredase el Ducado. Obviamente lo que pretendía la buena mujer era únicamente que viese mundo y espabilase, rezando para que a su vuelta su dura cabeza se hubiese ablandado un poquito. Y dicho y hecho, Leeroy se embarcó rumbo a Lucrecio sin tener muy claro qué clase de academia de instrucción militar es esa llamada ‘Universidad’.



La vida de la Universidad no es para Leeroy. Acostumbrado a una vida castrense, se levanta al amanecer para hacer ejercicios de calentamiento, y se pasa una hora puliendo su armadura y sus armas. Acto seguido, acude a todas sus clases correctamente vestido con el uniforme de gala, y se dirige a todos sus Maestros como si fuesen oficiales superiores del ejército. El resto del tiempo libre trata desesperadamente de hacer sus deberes, mientras se pelea con la ortografía, las matemáticas y la geografía. A veces incluso tiene algún ejercicio bien y todo. Y por las noches hace ronda por la Universidad para evitar que haya problemas, algo que hace de buena gana para agradecer los duros esfuerzos de sus Maestros para que él aprenda algo. Ni siquiera se ha parado a pensar que está pagando una fortuna por estudiar allí, único motivo por el que se le tolera.

martes, 12 de noviembre de 2013

LAS HISTORIAS ENTRECRUZADAS

Trasteando por internet puedes encontrar pequeños videos interesantes sobre escritura. Vídeos creados por escritores profesionales o aficionados de este arte.

A continuación os pongo unos videos que hablan sobre la forma de escribir historias entrecruzadas. Muy interesante para esas personas que quieran escapar de un argumento lineal o de un único protagonista central.

En este vídeo se da importancia a las historias secundarias llenas de submundos que tienen la posibilidad de enriquecerse entre sí dando o ampliando información a la idea general.

En el siguiente vídeo nos habla de los narradores (protagonistas) de las historias secundarias



lunes, 4 de noviembre de 2013

AGENDA NOVIEMBRE - BIZKAIA


  • Club de lectura literaria. (gratuito)/ Del diario íntimo a la ficción literaria.

    Cursos, Becas, Talleres Del 01-09-2013 al 20-06-2014
    Hora: 18:00-19:30 / 19:00-20:45
    Lugar: AlhóndigaBilbao
  • Taller escritura creativa Alfa. Cursos de escritura creativa. Octubre - Junio.

    Cursos, Becas, Talleres Del 01-10-2013 al 30-06-2014
    Lugar: c/ Bailén 9, bajo, departamento 3

    Concurso Bizkaidatz

    Concursos Del 24-10-2013 al 23-04-2014
    Lugar: Bibliotéca de la Diputación 
  • Taller de crítica literaria. Los mares del Sur (Manuel Vázquez Montalbán). Asociación Escribe-lee.

    Cursos, Becas, Talleres Del 04-11-2013 al 04-11-2013
    Hora: 19:00
    Lugar: Centro Municipal de Deusto
  • Ipuinkontaketa. Beldurrezko ipuinak. Dar Dar Kar Kar. 5-9 urte/años.

    Infantiles Del 05-11-2013 al 05-11-2013
    Hora: 18:00
    Lugar: Biblioteca Municipal de Irala
  • Recital. Poemas de la revista Decires. Asociación Escribe-lee.

    Teatro y Danza Del 07-11-2013 al 07-11-2013
    Hora: 19:00
    Lugar: Centro Municipal de Deusto

sábado, 2 de noviembre de 2013

Jungla Asfalto

JUNGLA ASFALTO
Autor: Borja

Con un crujido de roca triturada, la enorme torre gótica comenzó a inclinarse en un ángulo imposible, hasta que de repente se partió y cayó contra el suelo con violencia lanzando cascotes, tierra y polvo en todas direcciones. Los gigantescos edificios a su alrededor temblaron con estrépito y sus muros se agrietaron, pero permanecieron en pie impasibles a la destrucción que les rodeaba. En seguida se disipó la nube de polvo sin embargo, y el lugar de la gigantesca torre fue ocupado con rapidez por un enorme rascacielos que creció a velocidad increíble ante sus atónitos ojos. Primero brotaron y se estiraron los pilares, luego las paredes exteriores, hasta que en cuestión de minutos las cristaleras del nuevo edificio brillaban bajo la insulsa luz del estéril sol. - ¡La Jungla de Asfalto! – espetó – Y eso que me había jurado que jamás volvería a entrar en una puñetera metáfora.
Cerró con el pie la tapa de la alcantarilla por la que había salido, y se puso a caminar por el callejón camino de ninguna parte en especial. Bueno, podía haber ido a parar a sitios mucho peores. La Jungla de Asfalto no era mejor o peor de lo que podía ser por ejemplo el Reino de las Pesadillas Infantiles, Extravagancia o El Río del Lenguaje. Simplemente había que asimilar las reglas que movían el Reino y adecuarse a ellas. Por fortuna, ya había visitado antes el sitio, así que podría cruzar rápidamente y sin peligro la mayor parte del trayecto. Bastaba con entender los símiles. Siguió por el angosto callejón hasta que llegó a una calle más ancha. Era algo así como una avenida de cuatro carriles, llena de vehículos y una masa de gente caminando en ambas direcciones. - Un puñetero río. Lleno de cocodrilos. - Musitó
Buscó con la mirada hasta encontrar una cola de gente que viajaba en la dirección que deseaba ir él y de un salto se coló entre ellos. Se movió deprisa manteniendo el paso de los demás caminantes sabedor que caerse o no amoldarse a ellos implicaba ser arrastrado o pisoteado sin misericordia. También puso especial cuidado en no mirar a los coches que circulaban a su lado por el asfalto. Si les provocabas podían lanzarse encima de ti y atacarte. Los coches eran muy voraces y de todos ellos los taxis amarillos los peores.

Siguió un rato el flujo de gente hasta que llegó a un parque. Los parques y jardines de aquel mundo eran como islas, literalmente. La marea de gente al llegar a ellos hacía como todo buen río frente a una colina: lo rodeaba. En cuanto tuvo oportunidad salió de la corriente de un salto y se puso a caminar por el césped, algo que era de agradecer. Los sonidos del parque eran radicalmente distintos al ruido de claxon y demás jarana de la ciudad, pero al igual que éstos nunca cesaban. A demás aquí había poca gente, la mayoría nada más que salpicaduras del flujo de las calles. Otros eran más curiosos, como los lanzadores de palos de los perros. ¿Por qué demonios lanzan palos a los perros continuamente? Buscó un lugar despejado de domingueros – unos horribles y sonrientes individuos empeñados en representar un remake cutre de La Casa de la Pradera – y se sentó.

lunes, 28 de octubre de 2013

(CONCURSO LITERARIO) VI Premio Literario BizkaIdatz

Adjunto esta información para los que quieran apuntarse al concurso literario organizado por el Departamento de Cultura de la Diputación Foral de Bizkaia.
Para más información: www.bizkaia.net/bibliotecaforal

Bases para el VI Premio literario BizkaIdatz (2013-2014) "ESTA HISTORIA LA ESCRIBES TÚ".

El Departamento de cultura de la Diputación Foral de Bizkaia, a través de la Biblioteca Foral de Bizkaia, con el premio literario Bizkaidatz, "Esta Historia la escribes tú" pretende impulsar y promocionar la creación literaria de los vizcaínos y vizcaínas y conmemorar dos efemérides, la celebración del Día internacional del Libros (23 de Abril) y el Día Internacional de la Biblioteca (24 de octubre).

Participantes

  1. Podrán presentarse al concurso todas aquellas personas físicas mayores de 16 años, con un trabajo original y no publicado total o parcialmente. La participación en el concurso implica la total aceptación de las bases.
  2. En la modalidad de castellano las personas autoras participantes habrán de cumplir, al menos, uno de los siguientes requisitos:
    1. Haber nacido en Bizkaia o tener vecindad administrativa en un municipio de Bizkaia en el momento de la publicación en el Boletín Oficial de Bizkaia del Decreto foral que recoge estas bases, o haber tenido vecindad administrativa durante un período mínimo de un año en un municipio de Bizkaia con anterioridad a la publicación de estas bases en el Boletín Oficial de Bizkaia.
  3. No pueden participar en la presente convocatoria del BizakIdatz las personas ganadores del primer premio y segundo premio de cualquiera de las dos ediciones inmediatamente anteriores a la actual convocatoria. No obstante, dichas personas ganadoras sí pueden participar en la presente convocatoria del BizkaIdatz en la modalidad (euskera o castellano) en que no fueron premiadas.

Requisitos de las obras

miércoles, 23 de octubre de 2013

LA FORTALEZA

-LA FORTALEZA-

         

Permanecía obediente en su puesto; Su mirada se perdía en la oscuridad y un silencio sepulcral estaba presente en el corredor, aún así, el guardián estaba alerta a cualquier sonido o movimiento que se produjera dentro o fuera de la fortaleza.
                El guardián a menudo se preguntaba si realmente era necesaria su labor en aquel lugar, puesto que ningún habitante del reino se atrevía jamás a entrar en aquel recinto cerrado. La Fortaleza era un bloque sólido de Ónix, un edificio de absoluta oscuridad, sin ventanas que dejaran al sol iluminar aquel lugar, como si ésta pudiera desvelar algún secreto desconocido que el edificio escondiera. Pero era lo que la Fortaleza albergaba la verdadera causa del respeto y temor de la gente, eran las sombras que en él habitaban, los llamados “vengadores”. Personas más frías y oscuras que los corredores tenuemente iluminados de aquel recinto.
                De repente, unos sonidos alertaron al guardián, que se dirigió hacia la puerta preguntándose quién podría ser, quién podría haber reunido las fuerzas suficientes para acercarse hasta aquel lugar. Antes de abrir la puerta, el guardián se puso su capucha, igual de negra que sus vestimentas. Fuera era de noche, había luna llena, y la claridad de ésta era suficiente para causar dolor en sus viejos ojos. Posó su blanca mano en el pomo y abrió silenciosamente la puerta de la entrada, y entonces recordó por qué era necesaria su labor…
                Al final de los escalones se hallaba desfallecida una pequeña niña de no más de ocho años. Su aspecto era verdaderamente deprimente, su largo y rizado cabello estaba descuidado y enmarañado, su vestido totalmente destrozado, y sus pequeños pies heridos debido a los desgastados zapatos.
-Pobre huérfana- pensó el viejo- desde cuán remoto paraje ha debido de venir andando.
                Entonces tocó la campanilla del interior, su sonido atroz rompió el silencio, y

Juego: Completa el relato

Bueno, comenzaremos con un juego o ejercicio práctico que suele dar unos resultados increíbles. El Juego consiste en que se pone el inicio de una historia, y después, el que quiera, va continuando el relato. El objetivo es completar un relato corto entre todos. Es una manera muy divertida de disfrutar de la imaginación de otros escritores y de ver las formas de expresión. No me importa si se usa este mismo artículo para ir corrigiendo fallos, es más, sería algo muy valioso hacerlo.
Así que... Comenzamos:

EL MONASTERIO

La lluvia mojaba su rostro, su torso y sus brazos. Se había despojado de la túnica hasta la cintura, y permitía que el agua le golpease y resbalase por su cuerpo empapando sus ropas.
Hacía ya tiempo que había subido al tejado, y ahora, con los relámpagos iluminándolo todo y los truenos ensordeciendo a todas las criaturas, se sentía dueño de sí mismo otra vez.
En cuanto vio a través de las ventanas que se avecinaban aquellas oscuras nubes, supo que la tormenta descargaría sobre el monasterio, y no se preocupó de la reprimenda del cocinero cuando abandonó los fogones, y corrió por los lustrosos pasillos, y subió por las empinadas y desgastadas escaleras, más allá de las salas de los iluminados, más arriba de las habitaciones de los maestros. Dejando atrás y abajo la sala de las reliquias, trepó por la escala de madera hasta el patio de oraciones, y luego por los muros y las imágenes, hasta que no pudo subir más. 
Palmeó y danzó cuando los primeros rayos cayeron abajo, en el valle. Y entonces escuchó, como tantas veces, y volvió a escuchar y a aprender, hasta que la tormenta pasó y su voz no fuese más que rumores lejanos.
Sin embargo, no tardarían en notar su ausencia. Estaba próxima la hora de las ofrendas, y el viejo Yutze se encargaría de sermonear a los novicios sobre los deberes inexcusables y la cantidad de reverencias que debían realizar dependiendo del rango de los visitantes. Le gustaba que todos estuviesen presente, así que, cuando bajase del tejado directamente al templo, mojado y desaliñado, Yutze le agarraría por las orejas y lo sacaría de allí. Pero no le importaba. La tormenta le había hablado. Le había contado muchos más secretos que otras veces, y por eso sabía que pronto dejaría aquel lugar.

No le apenaba dejar aquellos muros. Los otros novicios nunca le habían considerado digno, ni siquiera para las crueles bromas a las que sometían a otros, y eso le había permitido aprovechar el tiempo que otros se pasaban peleando, en practicar lo aprendido. No lo aprendido de los maestros del monasterio, sino otra clase de conocimientos. Pronto vendrían a buscarle y entonces empezaría su existencia verdadera, y sería uno más con sus hermanos. Pero hasta entonces, debía seguir las normas del monasterio, lo suficiente como para no llamar la atención.

El miedo a la hoja en blanco

La siguiente entrada ha sido sacada del blog "Pasión y Tinta" de la escritora Vanessa Puga.

Se lo tomo prestado pues me parece que expresa muy bien los problemas que nos encontramos a la hora de enfrentarnos a una hoja en blanco.

El miedo a la hoja en blanco

Estándar
 
Conozco a muchas personas que me dicen que tengo un don porque escribo. A mí me parecía una exageración hasta que me di cuenta de que muchas personas le tienen miedo al papel en blanco. El enfrentarse a una hoja donde la nada es lo que gana el espacio causa cierto miedo. En lugar de verlo como una oportunidad muchas personas lo ven como un reto: es esa montaña alta e inexpugnable donde la punta está lejana y ninguna preparación del mundo será suficiente para subirla y conquistarla.
Ahí está el primer (y más grave) error. Una hoja en blanco no es algo horrible: es una enorme posibilidad de expresarse. Ya sea la expresión de uno mismo para ponerle orden a sus ideas y pensamientos o para darle a entender al resto del mundo cómo lo vemos. Es una ventana abierta para que nosotros la llenemos de color, de vida, impregnarla de uno mismo para que los demás nos conozcan y nos entiendan. Si se cambia la visión del “tengo que llenar la página” por un “voy a poder expresarme” la cosa es más fácil. Cambiar del obstáculo a la oportunidad quita un gran peso de encima.
El segundo paso es dejar de pensar en los otros que leerán. Muchos se apanican al pensar en el lector, en si los entenderán o en el cómo decir las cosas. A mí me funciona mucho el escribir para un amigo o un ser querido. Generalmente escribo como si fuera una carta para contar mis ideas. Cuando se trata de compartir con alguien de nuestra confianza las palabras fluyen con mayor facilidad que cuando pensamos en un profesor, un jurado o un perfecto extraño.
El tercer paso es no querer lucirse: hay que hablar de lo que uno sabe. Tratar de abarcar temas desconocidos suelen complicar el escribir. Claro que si se trata de un trabajo para la escuela lo mejor que se puede hacer es tener muchas referencias: entre más se lee más se escribe.
Y es que sin un bagaje detrás de nuestras palabras es prácticamente imposible poder escribir. A veces pareciera que otros autores ya dijeron o pensaron lo mismo que nosotros. O lo contrario a nosotros, lo que facilita tener un punto de partida: contradecir a alguien (con razones) siempre permite escribir con fluidez (nos gusta ser contreras).
Un buen punto de partida es un cita o, sin son visuales, una imagen. Siempre algo externo puede motivarnos a escribir. Sí, insisto: buscar un punto de partida y saber qué queremos decir son cosas básicas. A veces también sirve tener una especie de esqueleto: cuál es la idea central de lo que vamos a escribir es clave. De ahí, dos o tres ideas secundarias. No desviarse. Suele pasar que uno quiere decir demasiadas cosas al mismo tiempo y acaba diciendo nada. Un punto central, un par de ideas secundarias alrededor y punto.  ¿Surgieron más ideas en el transcurso de escribir? Bien, apúntalas en otro lado para desarrollarlas en otro texto.  Sí, apúntalas. Una idea que llega de golpe y a la que se le da una ventaja para escaparse jamás regresa tal cual llegó en primera instancia. Son escurridizas. Por eso siempre es bueno tenerlas apuntadas. Así uno se va haciendo de un pequeño arsenal de ideas para poder desarrollar después. Créanme: con eso el miedo a la hoja en blanco se supera. Y con muchas lecturas para seguir despertando la curiosidad. Quien mucho lee, mucho escribe. Es un hecho.
Aunque, claro, lo mejor para superar el miedo a la hoja en blanco es simple y sencillamente escribir. Nada mejor que ejercitar el arte de la escritura para volverse buenos en ello.

Enlace al artículo: Blog "Pasión y Tinta"

Unos consejos para escribir

Escribir un relato o un libro puede ser un hobby interesante y gratificante. Pero como todo arte, resulta una tarea a veces ardua, que puede llegar a un punto muerto durante su creación. Lo mejor para no perderse durante la redacción de una historia es seguir unos cuantos pasos, más elaborados que el clásico introducción-nudo-desenlace, que sirvan como guía de lo que te propones hacer. 

El lugar: Lo primero de todo es buscar un lugar donde estés a gusto y sin distracciones. Tu rincón de creación o inspiración. Que te sientes cómodo/a es fundamental pues la escritura lo haces por placer, no por obligación, y cuanto más a gusto estés, con más satisfacción realizarás la tarea. Las distracciones sólo sirven para eso, para distraerte. Es posible que justo cuando te vaya a llegar la inspiración, entres en internet a jugar, y entonces, estás en la misma situación que al principio. Apaga el móvil. Que te llamen o se pongan a hablar contigo en pleno proceso creativo suele molestar considerablemente, ya que interrumpen tu línea argumental (la que tienes en la cabeza) y rompen el ritmo de escritura, dificultando el progreso y las ocurrencias que podrían fluir de forma natural. Si quieres ponte música. Busca algo que te inspire o te anime. Recuerda, en un estado de confortabilidad todo sale con más facilidad. 

El motivo: ¿Cuál es el trasfondo de tu historia? ¿Qué personajes principales habrá? ¿Cuáles serán sus motivaciones? ¿Dónde se desarrollará la historia? Es recomendable que hagas un pequeño croquis y algunos esquemas con apuntes sobre la idea que tienes, a ser posible, en orden cronológico. Observar tus ideas de forma sencilla puede hacer que veas errores simples de trasfondo o argumentación que es posible que no te dieses cuenta si elaboras desde el principio la historia. Antes de empezar nada, corrige lo básico.